¿Es compatible el Evolucionismo con la creencia en la Creación? (II)

junio 6, 2016

DESARROLLO

Independencia y autonomía no significan separación ni incompatibilidad. Eso sí, cada una debe tener conciencia de sus límites y mantenerse dentro de su propio terreno. De lo contrario, habría incompatibilidad. Por eso cuando la ciencia pretende medir la realidad total del hombre y las dimensiones totales de la existencia humana, entonces opera como fe, no como ciencia, y choca en el terreno de la fe cristiana y de cualquier otra fe. Y cuando la fe quiere imponer como realidad definitiva alguna afirmación empírica sobre el conocimiento del mundo, opera como ciencia y choca con el rechazo de la verdadera ciencia. Pero no basta con defender simplemente la independencia y autonomía entre ambas esferas, condenándolas a la mutua ignorancia. El dilema cientismo-fundamentalismo es un falso dilema. Razón científica y fe cristiana suministran perspectivas complementarias sobre la concepción del universo y del hombre. Sus métodos y lenguajes son complementarios. Han de evitar, pues, la pretensión de poseer una verdad que lo contiene todo.

Hoy la enseñanza oficial de la Iglesia, superando la postura fixista (creacionismo) de otros tiempos, no es contraria a la explicación del origen del hombre por evolución. Una evolución que dé cabida a Dios es perfectamente asumible en la fe católica. Dios es el Creador. El modo de esa creación compete a las ciencias determinarlo. La evolución sola no explica por sí misma el origen de la dimensión espiritual del hombre. En este sentido, la aparición del hombre en cuanto tal marca un salto cualitativo que no puede ser explicado satisfactoriamente por el mero proceso de las leyes de la evolución.

Por el momento, lo que se puede verificar ya es que no hay tesis científicas que colisionen con verdades cristianas. Hay, sí, tesis científicas que no son de recibo para la fe; pero ninguna de ellas está avalada por la comunidad científica (como diría Kuhn), porque dentro de esa comunidad son objeto de debate y refutación en el diálogo ciencia y filosofía, y lenguaje científico y simbólico.

Para un mejor conocimiento de realidad tan compleja como el origen del hombre en cuanto tal sería de desear la integración de niveles porque la ciencia hablar del hombre a nivel biológico; la filosofía, a nivel racional; la teología, como imagen de Dios. La ciencia se queda al nivel del ‘cómo’. La teología, del nivel del ‘porqué’ radical.

El mito de la objetividad de la ciencia frente a la subjetividad de la religión está en desacuerdo con la dimensión histórica y subjetiva de todo lo humano. La verdad científica no agota las posibilidades de verdad y seguridad de nuestra razón.

Objetivo básico de la filosofía en la situación actual es abrir la puerta a la cuestión de la verdad más allá del lenguaje que gira sobre sí mismo. Menospreciaría las posibilidades de nuestra razón quien no considerara a la filosofía más que como la «zona de aparcamiento griega de las preguntas sin respuesta» (Opinión de F. Savater. El País, 13-08-2000).

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